Al llegar a casa este hombre se encuentra a su hija jugando a la consola antes de haber realizado todas las tareas que le tocaban, asà que el tÃo se enfada y le dice que si quiere seguir jugando va a tener que joderse con lo que él haga con ella. Primero le come el coñito y la zorra, aunque se queja un poco, no deja de jugar ni mucho menos. Asà que como el panorama está como está, el padre penetra su coñito peludo y le da una buena ración de polla bien hasta el fondo de su chochito, reventándola bien fuerte mientras la putita grita de placer.